sábado, 22 de octubre de 2011

Moretti otra vez



A punto de comenzar la Seminci nos encontramos a Moretti de invitado estelar a la alfombra roja de la gala de inauguración, y para celebrar tamaño evento me he vuelto a ver Habemus Papam, y tengo que decir que me ha parecido mejor que cuando la vi en Cannes. Se mantiene el espectacular comienzo, la extrqordinaria primera hora, pero la segunda mitad no parece tan descompensada, Moretti parece realmente generoso abandonando la pantalla para cedérsela a un extraordinario Piccoli, las virtudes se mantienen y los defectos se diluyen. Alberto también la he vuelto a ver y coincide con mi apreciación, los dos coincidimos en que un festival es el peor sitio para ver películas, conviene volvérselas a ver.


Supongo que repito mi crónica de Cannes al recordar que el tema central del film es la imposibilidad para el sujeto para encarnar adecuadamente el lugar sociosimbólico que le está destinado; aquí un caso extremo, el de un Papa, prácticamente el topos más importante simbólicamente de Occidente, cuya elección recae, directamente, en Dios. Resulta obvio que nadie puede ocupar ese espacio "imposible", el de la palabra divina, pero tiene gracia como describe la película el engrasado mecanismo de que dispone la institución vaticana para que la cosa funcione. La verdad es que Moretti sería el último director en el que uno pensaría para pergeñar esta historia, tan arrogante como parece, mañana le entrevistamos, a ver qué nos cuenta (corre el rumor de que le han perdido el ordenador nada más llegar).

2 comentarios:

Jesús Cortés dijo...

La cosa es que trata con más respeto y cariño de lo "esperado" a esa institución, pareciendo a veces que Piccoli em cualquier momento va a ser el Moretti viejo de "La messa e finita"

abbascontadas dijo...

Moretti se ha referido a esa "decepción" en lo que se esperaba de su retrato de la Iglesia, que reiveindica como una invención.
A mí, en cualquier caso, me ha gustado bastante más que El caimán, algo decepcionante.