Ayer estuve enfangado toda la jornada preparando el directo del TD2 con Almodóvar, y no tuve tiempo de escribir en el blog ni de ver películas, salvo la de Von Triers, cuyo impacto ha quedado aplastado, imagino, por las boutades de la rueda de prensa, que nos obligaron a cambiar la pieza del informativo cuando ya estaba terminada, y sólo se leían titulares con los cantos a Hitler. Por lo que vi, LVT dijo que podía entender a Hitler, y no he llegado a ver si argumentaba su comprensión.
En cualquier caso, Melancholia participa de la corriente cósmica que se está viendo en el festival, partiendo de presupuestos parecidos a la de Malick (erosión de la figura masculina patriarcal, que deja paso a la emergencia de un cosmos de marcada naturaleza femenina), donde el americano trazaba un camino de fusión mística en el danés hay su habitual querencia por el apocalipsis siniestro. La peli se divide en dos partes, en la primera vemos una boda fallida, de estas en que la clase alta se va descomponiendo, y es un pelín aburridilla, y la segunda es una pieza de cámara a lo bergman en que dos hermanas (maravillosas Kristin Dunst y Charlotte Gainsbourg) van intercambiando sus papeles mientras se acerca un planeta destinado a arrasar la Tierra. No está mal, aunque uno acaba deseando que Melancholia acabe ya con las más de dos horas de metraje (bueno, qué comentarios más frívolos me salen).
Hanezu, de Naomi Kawase, es una versión modesta de ambos filmes. Llegué cansadísimo y me quedé dormido al principio, pero está claro que es mejor que las otras dos. Aquí también hay una historia doméstica (una mujer y dos hombres) que conecta con mitos ancestrales, los personajes, a los que Kawase filma en su cotidianeidad, repiten historias de sus ancestros, fantasmas del pasado y fluir de la naturaleza acompañan el devenir de los protagonistas. Filme con menos ínfulas que los de sus colegas masculinos, llega más lejos, o es que uno tiene prejuicios y piensa que a las mujeres y a los orientales se les da mejor plasmar la integración de la vida humana en el devenir natural. Espero poder recuperar esta película el último día, dado que parece poco probable que nadie se anime a distribuirla en España.
Me voy al esperadísimo pase de La piel que habito. Aquí ya ha corrido la voz de que es la pera, y que el Festival le suplicó a Almodóvar que la terminara a tiempo para presentarla, con Malick y el bocazas de Triers fuera de juego, a poco que esté bien el manchego se lleva la Palma de Oro.
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