Mi compañero, el carismático Sergio, espera pacientemente a que entre a entrevistar a Julia Leigh, directora de Sleeping Beauty, que como es fácil imaginar, es una variación contemporánea, y por lo tanto siniestra, de La Bella Durmiente. La verdad es que no he visto la peli, fui en representación de Alberto bermejo, que a esas horas se tenía que ver un documental. En cualquier caso, en Sleeping Beauty no hay ningún príncipe azul que despierte a la protagonista, que la pobre se queda dormida cuando nada la haría más ilusión que saber algo sobre el goce.
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