domingo, 26 de octubre de 2008

Escapada

Después de hacer las entrevistas de Los muertos van deprisa me he metido corriendo a ver la peli de Gitai, de la que tenía buenas referencias. Y el caso es que empezaba muy bien. Pero resulta que el Calderón, la sala de gala, está lleno de columnas, y me caía una en medio y tenía que haver contorsiones para seguir la proyección. Total, que para un film con tan buena pinta no era modo de verlo, así que venciendo mi pavor a moverme por la oscuridad he tanteado con los pies los escalones y he conseguido escapar del cine (Alberto me ha confirmado que Más tarde, tú comprenderás, que así se llama la película de Gitai, es estupenda).
A las cuatro y media me he metido a ver The guitar, publicitada como una película de la hija de Robert Redford (hija que no se ha dignado a aparecer p0r aquí), de la que ayer corrió el rumor de que estaba muy bien (la peli, se entiende, que de la hija no se sabe nada), hasta que Alberto la vio y rebajó expectativas. Como los problemas se acumulan en este Festival de todas las maneras posibles, los subtítulos electrónicos prácticamente no se leían, lo que ha motivado un considerable barullo en el patio de butacas y me ha colmado de alegría, puesto que en cuanto las palmas han conseguid0 que se parara la proyección me he levantado y me he largado por segunda vez en pocas horas del mismo anfiteatro, porque los diez minutos que he visto me han bastado para detectar un espanto entre cursi y pretencioso (que como bien ha dicho Alberto, podría haber sido filmado/firmado por Isabel Coixet)

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