Me manda Susana una página del blog de Borja Hermoso en que glosa el comentario de Almodóvar acerca de la buena recepción de su película en Francia mediante el sencillo procedimiento de citar las críticas de los que él denomina "los tres principales diarios franceses", Le Monde, Le figaro y Liberation.
Uno de los rituales diarios de Cannes es hacerse por la mañana con el ejemplar que cada día saca la revista Le film Fraçais (sí, saca un número diario durante el Festival) y echarle un vistazo a la puntuación que dan 15 críticos franceses a las películas de la sección oficial. Dicha puntuación varía entre una y cuatro estrellas, y también dispone de un cero para quien deteste un film (como es imaginable, este año Von Triers gana la competición de suspensos con 8, más de la mitad, seguido de cerca por Brillante Mendoza con 7). Pues "curiosamente", el jefe de cultura de El País ha elegido como muestra de la recepción en Francia de Abrazos rotos al único periódico que le pone un cero (Le figaro), y a otro que le pone dos estrellas, Le Monde (Liberation no vota). Positif, Le Nouvel espectateur, Studio Cine y La Croix (ver para creer) le dan la máxima puntuación; Ouest France, L'express, L'humanité, Les inrockuptibles y Jean-Michel Frodon, director de los Cahiers, le otorgan tres estrellas. Vamos, que también podría haber elegido como muestra la opinión de las tres revistas de cine más importantes. Yo no he visto la película y no conozco a casi nadie a quien le haya gustado, pero la obligación de un periodista sería contar que aquí ha sido de las mejor recibidas por la crítica, tanto francesa como internacional (Screen tiene también un sistema de puntos con críticos de todo el mundo, y ahí también Almodóvar está en los puestos de cabeza).
La verdad es que no había leído nunca a Borja Hermoso, pero después de la vergüenza ajena que me ha provocado la ridícula carta abierta a Von Triers y de la indignación que me ha hecho sentir esa extraña manipulación a costa de Almodóvar creo que me voy a ahorrar el resto de su carrera periodística.
Y como en unas horas cojo un avión a Madrid y ya es seguro que me pierdo la de Tsai Ming Liang y la de Bellochio (que ha pasado bastante desapercibida), que eran de las más me apetecía ver, resumo mi punto de vista sobre lo que ha sido mi festival. La que más me ha gustado ha sido Inglourious Bastards, una apasionante y apasionadísima historia de amor compulsivo al cine con una de las imágenes más fuertes y eróticas que se hayan filmado jamás acerca de la cinefilia abrasadora, pero como es parte muy importante de la trama no la describo, además de un intento desesperado de superar ese marco fantasmático del que Tarantino no quiere o puede escapar. En un sentido parecido, aunque menor, Vengeance, de Johnnie To, que también juega sobre el goce compulsivo de la mirada del espectador. Luego, los dos ejemplos de comedia que me han gustado, Ang Lee y Ken Loach, que se alejan voluntariamente del Gran Cine que se suele patrocinar aquí, género en el que también incluiría a Hong Sang Soo, que parece luchar por escapar el corsé autoral mediante cierto descuido formal voluntario. La experiencia hipnótica de Pedro Costa con Jeanne Balibar también fue uno de los grandes momentos de Cannes, así como la estupenda película de Mia Hansen Love, un film personal y a la vez compartible.
Y ya está, el resto del fetival lo seguiré por la prensa, como todo el mundo.
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