Para las dos o tres personas que leen este blog (uno de los menos visitados de la blogosfera) y no pertenecen al grupo de conocidos cuento quienes nos hemos venido al festival en esta época de vacas flacas (justo unos minutos antes de que me vaya a meter en el cine, si hay sitio, para ver UP).
- Carlos del Amor, redactor del TD, Charles a partir de ahora
- Carlos Herraiz, cámara incombustible con 15 años de asistencia al festival, fuente inagotable de anécdotas (como nos pasa a todos, las anécdotas son las mismas, lo que cambia es el audiotorio), Carlitos de ahora en adelante.
- Javier Díaz, editor y primer año en Cannes y compañero de habitación y compañero de estudios en el pasado.
- Yo, que seguiré siendo yo todo el festival.
El primer día fue agotador, me comprometí a hacer una entrevista a Lars Von Triers, uno de los realizadores que más detesto en este planeta (bueno, sus películas, claro), anduve de reuniones extrañas y acabamos cenando en el Vesubio, una cena ritual que en tiempos en que Gasset andaba por aquí era obligatoria, aunque más de una vez acabó como el rosario de la aurora. Como ayer todos estábamos sobrios y cansados la cosa fue civilizada y rápida (y bastante cara, sobre todo por la bebida).
Aparte del pase de la esperadísima (por mí) peli de Pixar tenemos para hoy une entrevista con Coppola; a mí Tetro me ha gustado bastante, aunque comparto la decepción generalizada por el desarrollo del tramo final. Como la información está embargada hasta mañana, creo, dejaré todo lo referente a esa película para otro momento.
2 comentarios:
Debo ser el cuarto que te sigue pero eso no debe desanimarte. Ya sabes que en casi todo soy un gran seguidor de Groucho Marx y tengo como una de mis principales consignas aquella en que dijo: "Nunca pertenecería a un club que me admitiera como socio". Como esperaba estar ahí y formar parte de esta lista de pesonajes, te anuncio que seguiré con especial atención esta estupenda obra teatral de la que anuncias cumplida retrasmisión. Con mis mejores deseos de que tenga más de comedia que de psicodrama y que encuentres una cuantas obras maestras, malditas, por supuesto, y puedas reafirmarte en tus odios y en tus amores en esa programación tan prometedora/ o aterradora, según se mire.
Un abrazo y buen festival.
Alberto
Hola, Alberto; esta mañana he desayunado en uno de los cafés donde solíamos tomarnos el jus pressécaféaulaitcroissant del año pasado; solo, por supuesto, a esas horas de la madrugada (las nueve) todos estaban dormidos en el apartamento. Vamos, que este año no tengo a nadie con quien hablar de cine.
Tenemos una movida gorda con Overon (con los que hemos contratado el playout y directos, que para eso son los dueños de la tele), que me juraron que podríamos recibir la señal de telefestival en el apartamento porque según los cálculos de complejísimos programas de ordenador desde la terraza se cogía no se qué señal con una antena que habían requeteprobado, pero resulta que al final se necesita una antena mucho más grande, vamos, casi más grande que la casa, con lo que estamos en precario (en ese sentido). Y esto me quita el sueño, la verdad, porque además ya hemos pagado un pastón por esas imágenes a TVFestival.
Siempre puestos a bucear uno puede encontrar rarezas para engrosar el currículum de marcianadas, pero me parece que este año me va a tocar tragarme lo más conocido de la Sección Oficial, que no está mal, pero que en dos meses estará en Madrid, así que para ver a Tarantino y Jane Campion y Ken Loach no merecen la pena tantas carreras. Espero que a mi vuelta siga existiendo TVE, a este paso Zapatero se la regala a Obama y a Chávez cualquier mañana que se levante inspirado.
Y mi brillante análisis político sobre la final de la Copa se ha ido al traste, que manía les ha entrado con triplete, como pierdan contra el Manchester se van a deprimir un montón, y si ganan Guardiola debería intentar dar un golpe de estado en Cataluña, o exigir que el rango más importante del protocolo oficial catalán pase de Laporta a él.
Un abrazo
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