sábado, 16 de mayo de 2009

Taking Woodstock

Taking Woodstock es una comedia de iniciación que el camaleónico Ang Lee ha situado en el entorno del mítico festival de Woodstock: un apocado joven, tiranizado por una madre posesiva y (justificadamente) avara que le obliga a ocuparse del motel más mugriento que los siglos han visto, se mete a organizar por casualidad el macroconcierto más famoso de la historia, lo que cambiará su vida (y la de su padre, un doble del chaval). Ang Lee se marca una comedia modélica en cuanto a guión y estructura, mide los gags con precisión, y se pone al servicio de lo que cuenta. Ya sé que esto le va a gustar a Susana: me lo pasé muy bien viendo la película; el único pero es subjetivo, a mí Woodstock no me interesa demasiado (nada, vamos), pero bueno, la verdad es que Lee retrata un mundo de marcianos, pero al parecer Estados Unidos fue un día de esa manera. Como no soy seguidor de la filmografía no puedo hablar sobre sus otras inmersiones en el pasado de los USA; aquí recurre a la imaginería de la época y a recursos como las pantallas partidas y a una fotografía que recuerda a la luz de las películas de esa época.

La trabajosa y trabajada reconstrucción (decenas de coches y extras en algunos casos, infografía en otros) no se come ni la trama ni los personajes; como me toca entrevistar al director le preguntaré qué fue antes, si Woodstock o la historia de los protagonistas.

A destacar el héroe destinador: un travesti enorme, abuelo y veterano de guerra, que tiene que encargarse de liberar los deseos de los varones acogotados de la familia.

No hay comentarios: