El viernes me vine de Cannes porque el sábado era la comunión de mi hijo pequeño, así que me perdí las risas y el pataleo que tuvo que aguantar la película de la Coixet, según me informó Carlos del Amor. A mí no me gustó nada (de hecho, como no tenía que hacer nada con ella -ni entrevistas ni crónica- me marché de la sala a la hora de empezada, en el segundo polvo del hotel/vagón de metro), pero no me gusta nada esa actitud gamberra de la prensa: el año pasado vi como la tuvo que sufrir Garrel y su estupenda La frontera del alba.
Nunca acierto en las quinielas del palmarés, pero este año estaba bastante fácil: había consenso en que la Palma iría para Haneke o Almodóvar (bueno, igual esto último sólo lo pensaba la prensa española, pero estaba en el ambiente) y lo del Premio del Jurado para Un profeta era de cajón. También acerté en lo de la Gainsbourg; intuía alguna forma de desagravio a Von Triers tras los ataques sufridos y la única manera verosímil era a través del esfuerzo de la estupenda actriz. Siendo el del actor tarantiniano el más justo, es el que más me ha sorprendido; los festivales no suelen premiar un registro algo farsesco, aunque en este caso supone un acierto que suma enteros a la gran película de Tarantino.
Dado que los grandes premios han caído del lado occidental el jurado ha debido decidir repartir la pedrea entre los orientales; sólo así se explica que le haya caído el de guión a Thirst (junto a Spring fever, que no vi pero que pasó sin pena ni gloria). También me quedé sin ver Kinotay, aunque tenía mucho interés en verla. Aquí no gustó a nadie, a pesar de lo cual le ha caído el premio a la Mejor dirección. Total, que la que se ha quedado fuera ha sido Vengeance, probablemente la mejor del pack asiático; se ve que mezclar sacerdotes vampiros con Zola mola más que juntar a Melville con el spaguetti western.
Haneke y Audiard tienen en común que ya poseen distribución en España (Golem y Alta), por lo que los interesados podrán juzgar el acierto del Palmarés, y que ambas se van a las dos horas y media de duración.
Y ahora ando en Granada, metido en un cortometraje que realiza Alejo Moreno, y que empezamos a rodar el miércoles; una superproducción hecha con un modestísimo presupuesto. Hoy he andado solicitando permisos para meter coches en el Albaicín y hablando para que nos dejen enchufar luces en las casas de los vecinos. Entre hoy y mañana llega el grueso del equipo, y la mayor aventura será dar de alta en la Seguridad Social a los trabajadores, una actividad nueva en mi currículum.
Aunque esto tiene pinta de ser más agotador que el Festival, espero tener tiempo para ir contando anécdotas. Mientras tanto se puede consultar la página:
lahigueraencantada.freehostia.com
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