Dejando aparte la vertiente cósmica de varias películas, el tema estrella del festival viene siendo la emergencia de la locura en el espacio doméstico, que ya hace tiempo que ha dejado de ser la casa familiar que hay que defender de la amenaza exterior para convertirse en el caldo de cultivo de infinitas formas de descomposición.
En la apreciable The Beaver, de Jodie Foster, una comedia sobre la depresión masculina deviene un relato gótico sobre la posesión del cabeza de familia por una marioneta que se comvierte en su doble demoníaco y acaba usurpando su personalidad. El castor del título es un peluche que se convierte en un muñón pulsional que convierte en su sostenedor en un psicótico nitszcheano que no quiere saber nada de la castración simbólico, que acaba emergiendo de una manera bastante radical y sorprendente. Desgraciadamente, el film se permite soluciones un tanto convencionales para su descripción de la imposibilidad del hombre contemporáneo para asumir el rol masculino de padre y marido.
Esta degradación del papel masculino tradicional llega a su extremo en el film de Añmodóvar, donde el protagonista tiene (literalmente) que ver como todas las mujeres de su vida son violadas o arrasadas por el fuego, sin que sea capaz de articular para ellas un camuni hacia el goce que no sea extremadamente siniestro.
En Melancholia los hombres van abandonando el espacio escénico según el planeta "femenino" que amenaza la Tierra va ganando peso visual. Aquí, la devaluación del verbo masculino se manifiesta en la inanidad (e inutilidad= de la promesa paterna de proteger a la mujer y al hijo.
En el único relato verdadero que hemos podido ver en Cannes, Le Havre, de Kaurismaki, la palabra que compromete el héroe respecto a la tarea que el azar o el destino le ha puesto delante tiene tal peso textual que es capaz de operar sobre el caos de lo real de tal manera que al final un "milagro" narrativo se impone sobre la mecanicidad de los procesos físicos.
2 comentarios:
He leido en La vanguardia que la gente se toma la peli de Almodovar como una comedia y el tio dice que no era su intención.
http://www.lavanguardia.com/noticias/20110520/54156992906/cannes-ovaciona-la-piel-que-habito-de-almodovar-tomandola-por-una-comedia.html
Pobre tio , no?
Bueno, yo no lo viví exactamente así. Es que tiene giros argumentales tan demenciales que a veces se escapaban las risas. Y algunas torpezas argumentales notables. Pero en general no creo que se haya visto como una comedia.
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