No sé por qué llamo a estas entradas diario de rodaje, porque yo no me quedo a la grabación del corto, que estos días tiene lugar en el Carmen de los Mártires, uno de los más espectaculares que hay en Granada, a las tantas de la madrugada. El ayudante de cámara con el que comparto piso ha llegado a las nueve de la mañana y me ha contado que las cosas han ido mejor que el primer día, que se ha rodado/grabado bastante, y que se han solventado bastantes problemas.
Yo me dedico a hacer gestiones diurnas, como visitar despachos (Gestión de Placios, Movilidad, Inspección de la Seguridad Social, gestoría) y comprar mesas plegables o linternas. Poco a poco nos enteramos de las cosas que hemos hecho mal, que pueden resumirse en no haber puesto la empresa en manos de gestores profesionales desde el principio. Bueno, nada que no pueda solucionarse con dinero, lo que también es el principal hándicap.
Una de las cosas que sorprenden del cine, como apunta Susana, es la cantidad de energía que hay que mantener durante mucho tiempo para dar a luz un proyecto. Esa es una de las razones por las que resulta tan deprimente ver los magros resultados artísticos de la mayoría de las películas, sabiendo la cantidad de esfuerzo e ilusión que hay detrás. No me extraña que luego los realizadores despotriquen de los críticos, que no tienen más que sentarse ante la pantalla, primero de la sala y luego del ordenador, para destrozar el trabajo de meses o años.
Esto viene a cuento de que Susana me ha pasado el enlace del blog de Almodóvar, donde da rienda suelta a su inquina (recíproca) contra Boyero y Borja Hermoso por la cobertura que el dúo del País ha dado al pase de Los Abrazos Rotos en Cannes. Es tan larga la entrada y tan prolija la información (se citan artículos de hace cinco años de Fernández Santos) que uno se puede imaginar cuanta hiel ha acumulado el director español. Los del País se han apresurado a sacar un artículo defendiendo a su excelso crítico, aunque lo que más les molesta es que Almodóvar compare El País con la COPE, hasta ahí podríamos llegar.
1 comentario:
Creo que una vez hablábamos acerca de cómo era posible que en el cine español se hicieran algunas birrias clamorosas. Y aventurábamos que quizá lo que sale adelante, de todos los proyectos e ilusiones y aventuras, no es el mejor guión ni la mejor historia, ni siquiera la mejor idea.
Lo que fructifica porque consigue subvenciones y patrocinios (la grasa que mueve la máquina, el dinero) es el proyecto que tiene el mejor gestor. Es decir, no pensemos en el creativo con los pelos enmarañados y las gafapasta, sino en el oficinista gestor y eficiente que se sabe todos los complejos formularios de altas, bajas, autónomos, permisos y enganches de luz y agua y ...
¡Cuántos buenos proyectos habrá ahogado la burocracia!
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