"Compra una bola de mundo del tamaño de un balón de playa, y con un rotulador indeleble pinta un monigote sobre la Ciudad de San Francisco, y al lado escribe su nombre."
Justo después de leer en el metro este fragmento entro en la papelería Salazar, en la calle Luchana, para comprar unos regalos de Navidad, y veo unos balones de playa que son además unas bolas del mundo colgados de un clavo.
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