martes, 25 de noviembre de 2008

Arranques

"En determinadas circunstancias hay pocos momentos en la vida más agradables que la hora dedicada a la ceremonia conocida como el té de la tarde. Hay circunstancias en las que, tomes el té o no (algunas personas por supuesto nunca toman), la situación es en si misma deliciosa". 

Este arranque me resulta tan sugerente que creo que voy a abrir El retrato de una dama por la primera página cada tarde, antes de prepararme un té. Es casi tan bueno como aquél de "Es una verdad mundialmente reconocida que un hombre soltero, poseedor de una gran fortuna, necesita una esposa".

1 comentario:

abbascontadas dijo...

Qué casualidad! Tenía un ejemplar de esa novela presta para la lectura pero una amiga en exceso impaciente me lo ha levantado (la misma, por cierto, que ha hecho que me haya releído recientemente Orgullo y prejuicio)