La Filmoteca nos permitió ayer ver una película mítica y secreta, Yo, Pierre Riviere, habiendo asesinado a mi madre, mi hermana y mi hermano..., realizada por Rene Allio a mediados de los 70, a partir de un conocido texto de Foucault con el mismo título (publicado en español por Tusquets)basado en un hecho real ocurrido en Normandía en 1835. Allio se fue a los mismos lugares donde tuvo lugar el suceso, y utilizó a los campesinos para encarnar a los personajes de la tragedia. Como indica el título, el relato se vertebra a partir de la narración en primera persona del asesino, que en la cárcel hace una detallada pormenorización de las razones que le llevaron a cargarse a sus familiares. La película gozaba de cierta fama, pero no había tenido oportunidad de verla nunca. Hay que decir que el éxito de la propuesta es total. Díficilmente se ha visto una reconstrucción tan lograda, en la que los actores parecen haber llevado esas ropas toda su vida, y haber manejado esos utensilios desde pequeños. Las interpretaciones también son sobresalientes, la historia apasionante.
Nicolas Philibert fue ayudante en ese rodaje, y 30 años después ha vuelto a los mismos lugares donde se rodó la película. El resultado es Retorno a Normandía, cinta que se pasó en Cannes y acaba de estrenarse en Francia (donde también se ha reestrenado el film de Allio) y que aquí tiene comprada Karma, que ya se forró con el anterior documental de Philibert, Ser y tener.
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