domingo, 18 de mayo de 2008

Primera defección

Llevaba tiempo sin salirme de una sala durante la proyección de una peli hasta que ayer sábado me metí a ver De la guerre, de Bertrand Bonnello, del que años ha me había visto la interesante y bressoniana Tiresias, y con el que había concertado entrevistas para hoy (que voy a cancelar en cuanto sea una hora prudente). Según parece, el punto de inicio es ellibro de Von Claussewitz del mismo título, y aunque al principio tiene cierta gracia (un Matthew Almaric que hace del director se queda encerrado en un ataúd por accidente, y esa irrisoria experiencia de lamuerte le lleva a un extraño recorrido iniciático, bastante ridículo) hace aguas en seguida. Me escapé por una puerta de emergencia que llevaba a unas escaleras tan deterioradas como casi todos los espacios comunes de las casas de esta zona, y tras subir varios pisos me encontré en una calle donde caía un diluvio. A ver si encuentro una foto de la presentación del equipo de la película antes de la proyección, porque todos los actores parecían rivalizar por tener el aspecto más maudit.

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